Historia del Castillo de Konigstein

La ruina del castillo de Konigstein, es uno de los complejos más grandes de Alemania, y se remonta a una aparición que el rey Chlodwig, tuvo en el siglo IV o V. Una virgen le aconsejó que aceptara la fe cristiana. Sin embargo, en el lugar de la aparición, fundó un castillo -una hermosa leyenda- pero lamentablemente no documentado.

Los restos más antiguos de las murallas halladas durante las excavaciones, datan del siglo X o XI. El método C-14, se utilizó para datar la mampostería de espiga encontrada en el núcleo del castillo, a principios del siglo XII.

 

 

Una de las tareas más importantes del castillo, a principios del siglo XIV, era la vigilancia de la ruta comercial entre Frankfurt y Colonia. De hecho, las plantas bajas de la torre, datan probablemente de este periodo, que se han ido completando varias veces a lo largo del tiempo, y que ahora, han alcanzado una altura de 34 metros.

Sin embargo, con el paso del tiempo, no sólo se levantó la torre, sino que las demás partes del castillo fueron ampliadas y reconstruidas varias veces. Posteriormente, el siglo XVI, durante el Renacimiento, se convirtió en un castillo residencial del condado de Konigstein. Aunque en 1581, el complejo cayó en manos del electorado de Maguncia, y desde entonces, sólo sirvió para fines militares.

 

 

La última gran reconstrucción tuvo lugar entre 1660 y 1670, a instancias del arzobispo Johann Philipp von Schönborn, y durante este tiempo, el complejo recibió los bastiones angulares del lado sur.

En las Guerras Revolucionarias, el castillo fue tomado por el ejército francés, y algunas de las tropas francesas se retiraron de los prusianos. El general prusiano Friedrich Ludwig, de Hohenlohe, tomó el castillo bajo fuego, y como resultado de las escaramuzas, la ciudad de Konigstein se incendió por una bomba y se quemó en un 80%.

Tras un asedio prolongado, la tripulación, compuesta por 421 hombres y 14 oficiales, tuvo que rendirse el 8 de marzo de 1793.

 

 

La fortaleza fue fuertemente dañada durante la guerra de coalición, especialmente un intento de demolición en 1796, causó daños considerables.
El hecho de que hoy en día, sólo exista una ruina, se debe probablemente al hecho de que los konigsteins consideraron la planta como un reservorio para materiales de construcción y la utilizaron diligentemente en la construcción de nuevas casas.

Finalmente, en 1922, Hilda von Nassau, donó las ruinas del castillo a la ciudad de Königstein.
En el museo municipal de Königstein, se puede ver una maqueta del complejo del castillo y varios hallazgos.

 

 

 

Muchas gracias por las fotos a Tobias Witzel!

• • Dirección del Castillo de Konigstein en Google Maps:

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