Historia del Castillo de Chenonceau

Una avenida de más de 300 metros de largo, conduce desde la entrada al Castillo de Chenonceau. Uno de los edificios más encantadores del país, el castillo flota con gracia sobre el río Cher y se ha ganado su apodo de Château des Dames, el castillo de las damas, porque siempre fueron las mujeres las que residieron aquí y diseñaron el castillo para su placer.

Thomas Bohier, director de las finanzas reales de François I, compró el castillo y el molino de la familia Marques en 1512, y seguidamente, demolió los edificios. La explanada del castillo corresponde al trazado de la antigua fortaleza, sólo la torre fue reconstruida en estilo renacentista y todavía se puede ver hoy en día.
Desde que Thomas Bohier, era un hombre ocupado, su esposa Katherine Briçonnet, se hizo cargo de la supervisión de las obras de construcción.

 

 

El castillo se terminó de construir en 1521, pero a la pareja le quedaba poco tiempo, y pronto murieron. Su hijo vendió el complejo al rey Francisco I, en 1535 para pagar las grandes deudas.

Cuando el nuevo rey Enrique II, ascendió al trono en 1547, entregó a Chenonceau a su amante Diana de Poitiers. Ella era una experta azafata de sus intereses y bienes, y fue responsable de la construcción de un puente de piedra sobre el río Cher, para poder llegar mejor a sus propiedades en la orilla sur. También tenía un jardín plantado en la costa norte.

 

 

Sin embargo, tras la muerte de Henri II, en un torneo en 1559, su viuda Catherine de Médicis, obligó a su ex rival, Chenonceau, a cambiarla por Chaumont. Por lo que, Catherine, mandó construir en el puente, la galería de dos pisos, así como amplios edificios agrícolas y el jardín que lleva su nombre. También, celebró las gloriosas fiestas en el castillo, como la llegada de María Estuardo y Francisco II, la «sala verde», era el estudio de la Reina, desde donde se gobernaba Francia.

 

 

Henri III, hijo predilecto de Catalina de Médicis, murió después de un atentado en 1589, y pasó Chenonceu, a su viuda Luisa de Lorena. A esto se le llamó «Reina Blanca», porque no se quitó la tradicional ropa de luto blanca de la familia real, hasta su propia muerte.

La siguiente propietaria fue su sobrina, que se casó con César de Vendôme, hijo de Enrique IV, y su amante Gabrielle d’ Estrées, que también se quedó en la fortaleza. Durante muchos años, el castillo fue propiedad de las familias Vendôme y Bourbon Conde, pero ellos lo descuidaron.

 

Restauración del castillo Chenonceau

Este castillo ha tenido diversos dueños que le han dado su toque personal a la estructura de esta hermosa edificación. Sin embargo, en el siglo XIX Marguerite Wilson compra el castillo e inicio de la restauración.

El sentido de la restauración consistió en volver a la originalidad del castillo, tal como es el caso de la fachada, escaleras, chimenea, entre otro sinfín de elemento. Este proceso fue largo y costoso, duro 11 años aproximadamente en manos de Felix Roguet.

Posteriormente el castillo sufrió una inundación en 1940, la que destrozó buena parte de la estructura, arruinando toda la majestuosidad. Pasaron 11 años para que la familia Menier comenzará los trabajos de restauración. Esta vez el encargado de la recuperación fue Bernard Voison inspirado en la antigua gloria del castillo y sus jardines.

Datos curiosos del castillo Chenonceau

• Los jardines de este castillo necesitan del reemplazo de más de 100 mil plantas cada primavera
• Casi siempre ha estado administrado de por mujeres, esposas, amantes o propietarias. Su historia siempre ha estado ligada a mujeres por eso su nombre, el castillo de las damas
• Durante la I Primera Guerra Mundial este castillo se convirtiendo en hospital, llegó atender más de 2000 pacientes
• Los tapetes de la alcoba principal relatan la historia de Sansón
• Fue declarado patrimonio Mundial en el año 2000, este reconocimiento lo otorga la Unesco
• Es el segundo castillo más visitado de Francia
• Es uno de los castillos más pequeños de Francia, sin embargo su belleza cautiva a cualquier visitante
• Las escaleras están inspiradas en la obra de Leonardo Da Vinci

Opciones de paseo

El castillo de Chenonceau es una edificación cargada de historia que podrás pasear a través de un barco turístico o un kayak. Nada como apreciar las vistas de los alrededores del castillo desde el rio Cher.

Ambas opciones de paseo tienen su encanto. El barco turístico trae guías que irán dando datos del castillo durante todo el recorrido. Pero en el Kayak vas a tu propio tiempo, no necesitas tener una super condición física.

• • Dirección del Castillo de Chenonceau en Google Maps:

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