Historia del Castillo de Chambord

En el siglo XII, había aquí, una cabaña de caza de los Condes de Blois… Pero en septiembre de 1519, después de la demolición del antiguo castillo, comienza aquí la construcción del actual Castillo de Chambord, el más grande y espléndido de todos los castillos del Loira, con un número de visitantes de casi 750.000 personas al año.

El rey Francisco I, había cazado a menudo en esta zona, durante su juventud y, tras su ascenso al trono a los 20 años, comenzó a construir el castillo unos años más tarde. Con una longitud de 154m, una anchura de 117m, con 77 escaleras, 365 chimeneas y más de 400 habitaciones, el castillo era una magnífica residencia pero las habitaciones estaban en su mayoría vacías, el patio sólo se llenó para las cacerías y celebraciones.

 

 

Después de la demolición del antiguo castillo, se sentaron las bases para el centro del torreón, aunque ya en 1524, se detuvo el trabajo debido a la campaña del rey en Italia, que terminó con la derrota en Pavie contra Carlos V, y la captura del rey. Sin embargo, el edificio se reanudó en 1526, pero el palacio debía volverse aún más magnífico.

Francois tiene el torreón original extendido por 2 alas laterales, una de ellas para su propio alojamiento.

El torreón fue completado en 1539, y el ala este real 5 años después. Posteriormente, en 1545, se añadieron a este ala, una escalera de caracol y una galería exterior. Aunque François siguió los trabajos de construcción, sólo había pasado unas pocas semanas en el castillo durante su reinado. En diciembre de 1519, recibió el paso Karl V. en Chambord, quién con entusiasmo, declaró aquí «demolición[…]». de «artesanía humana».

 

 

François I, murió en 1547, y la ampliación fue continuada por Henri II. Pero desafortunadamente, su muerte prematura, provocó otra interrupción. No fue hasta años más tarde que el interés en la ampliación disminuyó, y sólo Luis XIV, completó el edificio. El Rey se quedó repetidamente en la corte de Chambord para cazar.

Seguidamente, el suegro de Luis XV, Stanislas Leszczynski, rey de Polonia, pasó su exilio en Chambord. Y luego, en el año 1725, le fue donado el castillo.
En 1748, el mariscal Moritz de Sajonia, recibió el complejo en agradecimiento por su victoria en la batalla de Fontenoy.
Después, el castillo cambió de manos varias veces. La decoración interior, fue saqueada completamente durante la Revolución Francesa.

 

 

 

El Castillo de Chambord, es propiedad del Estado desde 1932. El esfuerzo por reunir las tierras de Francisco I, llevó al Estado a establecer, por decreto de febrero de 2005, una institución pública para la industria y el comercio con una unidad administrativa y de gestión.
El castillo se encuentra en la primera lista de monumentos históricos, el parque forestal y la muralla, se añaden en 1997. Además, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1981.

Por otro lado, en la planta baja de la torre principal, hay una sala de prensa en la que un cortometraje describe el desarrollo del castillo.

 

 

El eje del torreón, consiste en una extraordinaria escalera, cuyas dos rampas se enrollan helicoidal e independientemente alrededor de una columna perforada hasta el techo. Aquí dos personas pueden subir y bajar sin encontrarse. La construcción se basa probablemente en una idea de Leonardo de Vinci.
En el techo, la famosa escalera lleva a una linterna de 30 metros de altura. Mientras que, desde las terrazas de la azotea, se pueden admirar, como en el pasado, los juzgados, las numerosas torres, chimeneas y frontones de la azotea y observar la actividad en los alrededores del castillo.

 

Arquitectura

En su arquitectura se denotan rasgos renacentistas, ahincados con un toque medieval. Conjuga muy bien la edad de los reyes europeos, con una visión a la Francia del siglo XVI. Para accesar a él, habrá que primero atravesar una larga línea vial, acordonada por un maravilloso Bosque que, resguarda en sus entrañas animales característicos de la zona como ciervos.

En este punto hemos de considerar porque el Rey Francisco I, tenía fijada su sede para cazas y días de relajo primaveral, la abundante diversidad de la zona, le confieren belleza natural y atractiva vida silvestre. El pueblo de Chambord, conserva hoy un aire, sencillo y resguardado, como quien oculta o mantiene los aires medievales en pleno siglo XXI, haciéndole un encanto para visitarle.

El complejo cuenta con una sala, donde puede apreciarse el afán por la caza que experimentaron los monarcas y miembros de la realeza que allí habitaron. Desde cuadros que resguardan casi como fotografías estampadas, episodios épicos de hazañas aventureras, hasta trofeos aficionados como cabezas de ciervos y cuerpos de zorros disecados. Todo hace relucir que el ambiente siempre estaba inclinado al deseo de exploración y captura.

En una de sus torres, se ubica el aposento de la Reina, las decoraciones de las paredes evocan innegablemente al aire del siglo XVII, quien a su vez permite observar grandes obras que retratan las estampas reales. Actualmente se exponen cuadros de tamaños grandes que permiten al visitante observar algunos episodios más icónicos de la realeza francesa.

El castillo llegó a contar incluso con un teatro privado, donde el Rey se disponía a contemplar grandes obras y recibir a reconocidos artistas. Se cuenta que el artista francés Jean Baptista Poquelin, ​conocido en el arte dramático como Moliere, estreno varios obras ante la mirada de los monarcas.

Con el pasar del tiempo, cada monarca o miembro real fue adaptando la estructura tosca de los interiores del castillo. Hay que puntualizar que en sus inicios los interiores fueron creados sin un estilo más estético de lo común, lo que origina que hoy por hoy, algunas estancias aparezcan muy estilizadas fueron dichos cambios introducidos en el devenir del tiempo y el cambio de las épocas. Pasando de pasillos y salas de mármol y piedras, a salones con tapices y tarimas, sumados a la incorporación de grandes cortinas y ventanales.

 

• • Dirección del Castillo de Chambord en Google Maps:

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